AL AIRE
La temporada navideña llega con un esplendor inconfundible: árboles decorados, villancicos, y las icónicas luces que iluminan hogares y calles.
Sin embargo, un estudio reciente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) advierte que este elemento tradicional podría tener un lado oscuro, impactando negativamente la salud humana, los ecosistemas y el medio ambiente.
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Aunque las luces navideñas alegran las noches decembrinas, pueden alterar el ciclo de sueño, especialmente aquellas de tonos fríos como el azul.
Este tipo de luz tiene una longitud de onda corta que interfiere con la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño. Como resultado, las personas pueden experimentar insomnio o trastornos en su descanso.
La luz azul, además de ser visualmente deslumbrante, provoca fatiga ocular, lo que podría agravar problemas en quienes pasan largos periodos frente a pantallas o bajo iluminación artificial.
Impacto en animales y plantas
El alcance de las luces navideñas va más allá de las ventanas de nuestros hogares. Según la UNAM, la contaminación lumínica generada desorienta a diversas especies animales, afectando sus patrones de alimentación, migración y descanso. Algunos insectos, atraídos por la luz, pueden formar plagas en las zonas urbanas.
Por su parte, las plantas también sufren alteraciones en sus ciclos naturales debido a la exposición prolongada a la luz artificial, lo que puede impactar su desarrollo.
El costo ambiental del brillo navideño
El uso masivo de luces navideñas eleva el consumo de energía hasta un 30% durante las fiestas, contribuyendo a un incremento en las emisiones de dióxido de carbono (CO2). Este impacto ambiental resulta alarmante en un contexto global de crisis climática.
Para mitigar este efecto, la UNAM recomienda optar por luces LED, que consumen hasta un 80% menos energía que las luces tradicionales, y desconectarlas durante el día para reducir el gasto energético.
Cómo disfrutar las luces sin dañar
Para vivir una Navidad más sostenible y saludable, expertos sugieren:
Usar luces LED: Son más eficientes, seguras y duraderas.
Desconectar las luces al dormir o durante el día.
Evitar tonos fríos como el azul y optar por luces cálidas.
Adornar con moderación para reducir el consumo eléctrico.
Además, es crucial verificar el estado de las luces y extensiones eléctricas para prevenir incendios, una de las principales emergencias durante esta temporada.
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