Por Fátima Parra
Desde hace más de 30 años, Abraham Pérez Calvo se dedica a la creación de figuras de arcilla, yeso y caolín, oficio que le permitió trabajar de manera independiente y poner su propio taller para la producción de estas piezas.
Abraham Pérez, originario de la Ciudad de México, es un sobreviviente del Movimiento del 68 y tuvo que abandonar sus estudios universitarios de ingeniería civil debido a los acontecimientos de ese año. En sus planes se encontraba estudiar ingeniería civil, pero al no poder continuar decidió trabajar en la construcción donde permaneció por muchos años hasta que descubrió la venta de figuras religiosas donde encontró una mayor ganancia económica.
“Yo trabajé muchos años en la construcción hasta que empecé en las ventas y noté que ganaba más en las ventas que en la construcción entonces me dediqué a las ventas, empecé en este movimiento como en 1971 o 1972, como año y medio trabajé con otras personas y después inicié con la producción y hasta he tenido trabajadores”, comentó.
Abraham Pérez se convirtió en un conocido vendedor de figuras religiosas y decorativas en Hermosillo y otras ciudades de Sonora. Entre las piezas más comunes que ofrece a la ciudadanía se encuentran figuras religiosas de virgencitas, angelitos o decorativas como caballos.
Su principal motivación para continuar con su negocio fueron sus cuatro hijos y su deseo porque culminaran sus estudios profesionales.
Pérez Calva mencionó que, aunque todos estos años de trabajo no son fáciles lo han llenado de satisfacción y en estos momentos se encuentra preparándose para su retiro. A sus 80 años se dedicará a tomar clases guitarra y de piano, mismos que le permitirán disfrutar a su familia.