La Modalidad 40 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) puede ser una herramienta valiosa para mejorar la pensión, pero también un riesgo si se desconoce su funcionamiento, advirtió Saúl López Montiel, vicepresidente fiscal del Colegio de Contadores Públicos de Sonora (CCPS).
Explicó que esta modalidad permite a las personas que ya no están afiliadas cotizar de manera voluntaria, con el fin de incrementar las semanas y el monto de su pensión por vejez o cesantía, conforme a los artículos 218 y 219 de la Ley del Seguro Social.
“Sin embargo hay que tener cuidado de no caer en las manos de personas que nos pueden asesorar incorrectamente o que abusen de nuestra falta de conocimiento y nos prometan beneficios que realmente no existen. La Modalidad 40 es una forma, en efecto, de mejorar esa pensión, pero depende del salario con el cual estamos registrados y de las semanas que hayamos cotizado durante nuestra vida laboral”, enfatizó.
Aclaró que no es posible “comprar semanas” libremente, pues el asegurado debe pagar las cuotas desde la fecha elegida hasta su inscripción y no puede modificar el salario registrado.
Además, recordó que la Modalidad 40 no incluye servicios médicos ni aportaciones al Infonavit, aunque al pensionarse se puede reactivar el acceso a la atención médica.



