La tradición del Día de Muertos en Sonora tiene su origen en las prácticas y creencias de los pueblos originarios, informó Alejandro Aguilar Zeleny, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia en Sonora.
Detalló que, con el paso del tiempo, estas costumbres se han transmitido entre generaciones, adoptando una interpretación católica sin perder su raíz indígena, preservándose principalmente entre los pueblos originarios de la entidad.
“Esto mezcla las religiones originarias de todos estos pueblos con su distinta interpretación de la religión católica, pero desde la perspectiva de cada pueblo. Son tradiciones muy diferentes a las del sur de México y nos ha faltado, por algún motivo, entender la riqueza de la cultura de los pueblos originarios de Sonora”, expresó.
Explicó que, para el pueblo yaqui, la celebración del Día de Muertos inicia el primer domingo de octubre, cuando se cree que los difuntos comienzan a regresar a la comunidad. Cada semana realizan una procesión dedicada al descanso de sus seres queridos.
En el caso de los mayos, la festividad comienza el 24 de octubre con la instalación de los tapancos, altares tradicionales, mientras que los pimas elaboran círculos de rocas cubiertos con hojas de pino como una forma simbólica de recordar y honrar a quienes han partido.



