Por Omar de la Vara
El aumento de casos de violencia familiar durante mayo y junio, cuya tendencia, por lo regular, se mantiene hasta julio y agosto, es atribuida parcialmente a las altas temperaturas, aseveró Casandra López Manzano.
La titular de la Unidad de Género de la Policía de Hermosillo señaló la coincidencia entre este incremento, el calor en la región y el periodo vacacional.
“Se repite lo de cada año: mayo y junio, donde ya tenemos un repunte significativo comparado con otros meses sin tanto calor y es donde empiezan las vacaciones y el aumento en las temperaturas en nuestra ciudad”, explicó.
En septiembre llega a registrarse una baja en la incidencia, sin embargo, persiste la violencia contra la mujer, sobre todo la psicológica. López Manzano asegura que es común atender casos de intimidaciones y violencia verbal.