Hermosillo, Sonora.— A sus 53 años, Carlos Enrique Garibay Hernández, mejor conocido como “El Manos Puercas”, sigue siendo el mismo hombre sencillo que hace 19 años comenzó vendiendo apenas 5 o 10 dogos al día. Hoy, su negocio alcanza las 400 ventas diarias, pero él asegura que nada de eso lo ha cambiado.
«Así voy a seguir siendo igual hasta que me retire de aquí», afirma convencido mientras atiende su carrito de comida, ubicado en el kilómetro 5 de la carretera a Nogales, frente al OXXO.
El giro en su negocio llegó cuando decidió cambiar el horario y salir a vender por las mañanas. Aunque muchos le advirtieron que no había venta en ese horario, comenzó con 50 hot dogs y poco a poco fue ganando clientela.
“El secreto del éxito es ser sencillo, humilde y constante”, asegura. También recuerda con humor:
«Aquí habia un indigente antes , se llamaba Pascual te imaginarás como andaba vestido y una señora de la sociedad no quería comer porque está el señor ese ahí y me dijo oiga manos puercas deme un hotdog, pero primero corra al señor que está ahí pa comérmelo, a cual, cómo lo voy a correr si es el que me pica el tomate, le dije»
Carlos comparte con orgullo que ha logrado todo junto a su familia: su esposa Patricia, su hijo Carlos Ernesto, y su hija Ana Patricia, con quienes inicia la jornada a las 3 de la mañana y termina a las 8 de la noche.
Recientemente, su historia fue documentada en una producción para Netflix, lo cual, dice, fue una gran satisfacción: «La satisfacción, de perdida, de salir en la tele… no cualquier hotdoguero sale en Netflix», comenta entre risas.
“El Manos Puercas” planea retirarse a los 62 años, cuando alcance la edad de pensión, y dejará el carrito en manos de su hijo, a quien llama con cariño “El Manos Puerquitas”.