El grupo de defensa de los derechos digitales NOYB, con sede en Viena, presentó una denuncia contra Mozilla ante la autoridad austriaca de protección de datos, acusando al fabricante del navegador Firefox de rastrear el comportamiento de los usuarios en sitios web sin su consentimiento.
El grupo de defensa de los derechos digitales NOYB, con sede en Viena, presentó este miércoles una denuncia contra Mozilla ante la autoridad austriaca de protección de datos, acusando al fabricante del navegador Firefox de rastrear el comportamiento de los usuarios en sitios web sin su consentimiento.
NOYB (None Of Your Business), un grupo de defensa de los derechos digitales fundado por el activista de la privacidad Max Schrems, afirmó que Mozilla habilitó una función denominada atribución de preservación de la privacidad (PPA, por sus siglas en inglés) que convierte al navegador en una herramienta de rastreopara sitios web sin informar de forma directa a sus usuarios.
«La prueba limitada de PPA por parte de Mozilla forma parte de nuestro esfuerzo por mejorar las prácticas publicitarias invasivas ofreciendo alternativas técnicas», dijo un portavoz a Reuters. «Estas técnicas evitan que cualquier parte, incluida Mozilla, identifique a los individuos o su actividad de navegación».
Aunque esto puede ser menos invasivo que el rastreo ilimitado, sigue interfiriendo con los derechos de los usuarios bajo las leyes de privacidad de la Unión Europea, dijo NOYB, añadiendo que Firefox activó la función por defecto.
Es una vergüenza que una organización como Mozilla crea que los usuarios son demasiado tontos para decir sí o no», dijo Felix Mikolasch, abogado de protección de datos de NOYB. «Los usuarios deberían poder elegir y la función debería haberse desactivado por defecto».
Firefox, de código abierto, fue en su día uno de los principales navegadores elegidos por los usuarios gracias a sus funciones de privacidad, pero ahora está por detrás del líder del mercado, Google Chrome de Alphabet, Safari de Apple y Edge de Microsoft, con una cuota de mercado de un solo dígito.
El Economista



