En varios pueblos de Sonora, las tradiciones de Semana Santa, como la procesión a los santos venerados en las iglesias por los fieles católicos, se han visto afectadas con el paso de los años.
Un ejemplo es el municipio de Opodepe, donde el desinterés de las nuevas generaciones ha reducido la participación en procesiones, misas y rituales que conmemoran la pasión y muerte de Jesucristo. Sin embargo, un pequeño grupo de personas lucha por conservar estas tradiciones, conscientes de la importancia de preservar el legado de sus antepasados.
Ofelia Salazar Estrada, originaria de Opodepe, coincide con los visitantes mayores en que las celebraciones ya no son como antes.
«Hay gente que tiene interés y eso es muy importante, que hay el interés de que está tradición siga, pienso que deben separar un poco la diversión y el respeto», comentó.
Por su parte, Juan Eduardo Olivas Matas, de 24 años, lleva más de diez años apoyando a los pocos adultos mayores que desean mantener vivos los rituales. Por convicción, decidió contribuir para que la tradición se respete y perdure.
«La invitación para todos los que vengan a conocer las tradiciones está fecha, pero obviamente teniendo el respeto a las tradiciones es nuestro patrimonio cultural es lo que nos identifica como pueblo es una de las pocas tradiciones que se conservan, se han modificado, pero se busca tener conexión con lo que era antes», mencionó.
El joven lamentó que la falta de respeto de algunas personas que aprovechan Semana Santa para vestirse de fariseos y causar daños haya obligado a suspender parte de las procesiones este año, para evitar riesgos. Hizo un llamado a quienes visitan el pueblo para divertirse a hacerlo respetando las tradiciones, pues es fundamental para preservarlas.