Las empresas deberían preparar a los empleados en las competencias y roles que pueden desempeñar en conjunto con la IA.
El engagement o compromiso de los empleados ha sido una preocupación constante de los departamentos de Recursos Humanos, pero hoy nos enfrentamos a un nuevo reto con la llegada de la Inteligencia Artificial (IA).
A cambios drásticos como la pandemia o las crisis económicas, se suma la irrupción acelerada de la IA, que vuelve a traer un gran reto a las empresas: asegurar la óptima colaboración entre los colaboradores y las nuevas tecnologías. Por ello, es importante conocer el impacto que tendrán estas tecnologías en los indicadores que miden el engagement.
En los últimos años, se ha intensificado el debate sobre la posibilidad de sustituir la labor humana con IA. Se estima que aproximadamente 47% de todos los trabajos que existen en Estados Unidos están en riesgo de ser sustituidos por el crecimiento de los robots y de la IA. Es por eso que se debe de encontrar la forma en que esta automatización se complemente con el trabajo humano, integrando la creatividad como un factor importante para el valor añadido que pueden ofrecer los trabajadores humanos del futuro.
El Economista