AL AIRE
En una acción que combinó política cultural con estrategia social, Claudia Sheinbaumpresentó el concurso México Canta: Por la paz y contra las adicciones, dirigido a jóvenes creadores musicales de entre 18 y 34 años, tanto mexicanos como méxico-estadounidenses. El anuncio se realizó durante su conferencia matutina del lunes.
El certamen surgió como respuesta a la creciente influencia de los narcocorridos y otros géneros que idealizan la violencia. “Parecía que ser parte de un grupo delictivo era una opción de vida, cuando en realidad es una opción de muerte”, señaló la mandataria federal.
A través de este concurso, el gobierno federal busca rescatar los géneros tradicionales, impulsar nuevas narrativas y profesionalizar el talento joven. El proyecto pretende, además, abrir espacios para voces que han sido silenciadas por la hegemonía cultural de la violencia.
Durante la presentación oficial, Claudia Curiel de Icaza, secretaria de Cultura, explicó que se trata de una convocatoria binacional, con etapas virtuales y presenciales, que culminará en una gran final transmitida por medios públicos.
Del mariachi al hip hop, sin apología del crimen
Podrán participar intérpretes y compositores que presenten temas de hasta tres minutos, en audio o video, grabados incluso con celular. Se aceptan canciones propias o de otros autores, siempre que se alejen de discursos que glorifican el crimen.
La convocatoria contempla géneros como mariachi, banda, norteño, bolero, tropical, corrido y duranguense. También se permitirá la fusión con rap, pop, hip hop, rock y tumbado, en español, lenguas originarias o spanglish.
Las inscripciones se abrirán del 28 de abril al 30 de mayo, luego de un periodo de preparación que se extenderá del 7 al 27 de abril. El jurado del Consejo Mexicano de la Música evaluará el material y seleccionará a los mejores.
En la primera etapa se elegirán diez participantes por estado en México y quince por región en Estados Unidos. La siguiente fase reducirá a ocho semifinalistas por región en ambos países.
Etapas presenciales y gran final en Durango
Las eliminatorias presenciales comenzarán el 17 de agosto en Chicago, y continuarán el 24 en Houston, el 31 en Los Ángeles, el 7 de septiembre en Tijuana, el 14 en Ciudad de México y el 21 en Oaxaca.
La gran final se llevará a cabo el 5 de octubre en Durango, donde el público decidirá a los ganadores mediante una votación abierta. La transmisión será en vivo, a través de medios públicos.
Los premios incluyen contratos con editoras nacionales e internacionales, además de mentorías, producción profesional y acompañamiento integral a todos los finalistas. Se otorgarán grabaciones desde sencillos hasta álbumes completos.
“Queremos que la música mexicana hable de lo que somos y también de lo que soñamos ser”, expresó Curiel de Icaza al explicar la trascendencia del concurso como motor de cambio cultural.
Una alternativa artística con raíz y futuro
La administración federal considera a México Canta como una herramienta para modificar la narrativa predominante entre los jóvenes. La proliferación de contenidos que normalizan la violencia ha permeado a generaciones enteras.
El objetivo no se limita a descubrir talento, sino a transformarlo en una opción de vida digna, creativa y profesional. A través de este proyecto, el gobierno ofrece alternativas artísticas frente a las redes de crimen organizado.
Durante el evento, Claudia Sheinbaumrecordó la urgencia de abrir canales culturales que no estén cooptados por la violencia. “Estamos sembrando posibilidades para que la juventud cante con conciencia, orgullo y raíces”, expresó.
También se resaltó la necesidad de reconstruir el tejido social desde la música, un lenguaje que, según los organizadores, conecta profundamente con la identidad nacional y puede convertirse en agente de paz.
Contra la violencia, con notas y letras de paz
En los últimos años, el avance de los narcocorridos ha generado preocupación entre sociólogos, educadores y padres de familia. La exaltación del crimen en las letras musicales ha influido en la percepción de muchos jóvenes.
México Canta busca revertir ese fenómeno al ofrecer una plataforma legítima donde las y los jóvenes puedan expresar sus ideas desde una óptica de construcción social. La cultura, se dijo, puede ser escudo y semilla.
Los organizadores aseguraron que no se censurará la creatividad, pero sí se priorizarán contenidos que promuevan la convivencia pacífica, el respeto y la identidad comunitaria.
Además del jurado especializado, participarán artistas reconocidos como mentores, quienes acompañarán a los finalistas durante el proceso de profesionalización. El propósito: consolidar trayectorias y transformar vidas.
Un concurso con eco en dos naciones
La convocatoria se lanzó tanto en México como en Estados Unidos, donde millones de jóvenes de raíces mexicanas han enfrentado narrativas similares de violencia. La respuesta ha sido positiva, según datos preliminares de la Secretaría de Cultura.
Este esfuerzo binacional apunta a construir puentes culturales entre ambos países, mediante la música como herramienta de expresión y cohesión. También se busca visibilizar las realidades compartidas por la juventud de origen mexicano.
“Queremos que desde cualquier barrio de Los Ángeles, Oaxaca, Durango o Chicago, se escuche una canción con mensaje, con alma y con rumbo”, declaró Claudia Sheinbaum al cerrar la presentación.
El gobierno federal reiteró su compromiso con las expresiones artísticas como parte fundamental de su estrategia de transformación social. México Canta se enmarca en una política cultural amplia, incluyente y con propósito.
