Por Aarón Araiza
La elección popular para magistrados, jueces y ministros del Poder Judicial, no es viable debido a que su función no es de representación política, sino de aplicación técnica de ley, consideró el maestro de la Universidad de Sonora, Manuel Alejandro Encinas Islas.
Explicó que el poder judicial es originalmente un contrapeso para resolver los problemas de aplicación de la ley entre los poderes públicos, los gobiernos y los ciudadanos, fundamentalmente porque no es una representación política.
La legitimidad no se construye a partir del voto directo, indicó, ya que de esa manera se tendrían que votar las leyes, las acciones de gobierno, los recursos, el gabinete presidencial, así como el nombramiento de Fiscal General de la República.
“No vemos, por ejemplo, que se someta a votación la presidencia del Banco de México, los organismos autónomos, sin embargo tienen legitimidad y de donde puede venir, de la eficiencia del organismo”, indicó.
En el caso del Poder Judicial, además, se le suman la seguridad y la delincuencia, lo que atribuye la función de combatir la impunidad exclusivamente a este poder.