Perfecta elegía del Trío de Bellas Artes en la Gala de Cámara

24 de enero de 2018

Perfección y belleza versus dolorosa elegía, fue el contraste que se percibió entre las dos obras que nos presentó el Trío de Bellas Artes en la Gala de Cámara esta tarde en el Festival Internacional Alfonso Ortiz Tirado (FAOT) 2018.

Se trata del segundo trío En do mayor op.  87 de Brahms, y el segundo Trío en mi menor, Op. 67 de Shostakovich, dos piezas para piano, violín y cello, concebidos en épocas muy distintas, así como en situaciones personales, en los compositores, totalmente distintas.

Cuando Brahms concluyó su Trío, en 1882, había llegado a su madurez como compositor, y estaba escribiendo obras maestras que le eran reconocidas, como ésta que tocó el Trío Bellas Artes. Se encontraba además en una excelente posición económica y se había convertido en el protector de la viuda y el hijo de su gran amigo Schumann, ya fallecido.

En cambio, cuando Shostakovich compuso su obra, en 1944, la segunda guerra mundial extendía su horror por toda Europa, los alemanes habían sitiado Leningrado cobrando un millón de vidas, el destino de los judíos capturados por los nazis había aflorado, la censura era feroz en Rusia  y el compositor había perdido a su gran amigo el compositor y lingüista Iván Sollertinsky.

Era tradicional en Rusia dedicar Tríos a los finados, así que Shostakovich,  lacerado por el dolor escribió esta obra como una elegía para el amigo con quien más se identificaba. El contraste es evidente en el  ánimo de los dos Tríos, pero la inspiración y los recursos técnicos de ambos compositores es imponente.

Estas dos obras maestras,  son un reto para cualquier intérprete, pero los músicos que integran este Trío, forman parte de una élite de cuarenta artistas conocida como Los solistas de Bellas Artes,  quienes están reconocidos por su  brillante trayectoria.

Estos solistas tienen libertad para integrarse a diferentes ensambles y  presentar trabajos en lo individual, con la garantía de un excelente nivel de ejecución.  Por eso es que ellos  tradujeron con virtuosismo  los sentimientos contenidos en estos dos trabajos.

El Trío de Bellas Artes  está integrado por los hermanos  Manuel  y Adolfo Ramos, originarios de Reynosa, Tamaulipas, a cargo del violín y el cello respectivamente, así como por así como por Alejandro Barrañón al piano

Los tres viajan en grupo e independientemente,  presentándose en escenarios alrededor del mundo, impartiendo clases magistrales y realizando investigaciones;  como es el caso del maestro Marrañón que en los últimos años ha realizado investigaciones en archivos institucionales y familiares en busca de composiciones para piano, inéditas u olvidadas.

Este trabajo ha rendido frutos, descubriendo que ha habido un gran número de compositoras en nuestro país desde el siglo XVIII, constituyéndose  la música de concierto, en la primera profesión que las mujeres ejercieron, antes del magisterio, la medicina o cualquier otra.

El maestro Marrañón ha reunido un gran acervo el cual lo ha llevado a impartir conferencias y ponencias por toda América Latina, así como a ofrecer la extraordinaria cantidad de cuarenta conciertos al año con diferente programa.

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