El salario mínimo más temprano que tarde alcanzará los sueldos profesionales y eso plantea un reto para las estructuras de compensación en las empresas. De materializarse la propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum de incrementos cercanos al 12% anual, la remuneración básica superará los sueldos promedio de mercado en 2028, según estimaciones de AON México.
Este año, el salario mínimo se ubicó en 7,468 pesos al mes, luego del incremento de 20% aprobado por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami). Durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, la referencia salarial tuvo un crecimiento acumulado de 110 por ciento.
Los incrementos al salario mínimo de los últimos seis años acortaron la diferencia con salarios de nivel de entrada en las empresas porque la remuneración básica creció a un ritmo más acelerado, explica Rocío Hernández, directora de Consultoría en Talento y Compensación en AON México.
“Si las empresas estaban dando incrementos de alrededor del 6% pues de pronto, de acuerdo con el salario mínimo que iba creciendo más rápido y tuvieron que otorgar, sobre todo en los niveles más bajos entre 15 y 16%”, comparte.
En ese sentido, refiere que se tuvo un efecto dominó, porque al otorgar un incremento a la primera categoría del tabulador, también se realizaron ajustes salariales a los siguientes niveles para mantener la diferencia con los puestos que tienen un perfil con conocimientos más técnicos.
La directiva de la consultora dice que ante esta situación las empresas tuvieron que establecer algunas estrategias para mitigar los efectos de un salario mínimocreciendo a un ritmo más acelerado.
Entre estas estrategias están la contracción de categorías (53%), lo que quiere decir que eliminaron el primer nivel de su tabulador, porque de lo contrario quedaba debajo del salario mínimo.
La retabulación de salarios fue otra ruta que siguieron las empresas para compensar este traslape; la creación de nuevas categorías con diferencias de por lo menos 5 por ciento.
También se registran acciones como una revisión de todos los puestos cada año; actualización del tabulador; fijar un porcentaje arriba del salario mínimo; alineación con el mercado, y puestos con multihabilidades.
La especialista recomendó a las organizaciones que estar muy atentas a los cambios en materia laboral, ya que se han retomado varias iniciativas, como, por ejemplo, la modificación del aguinaldo que pasaría de 15 días como mínimo a 30 días, «para que tengan un plan de acción”. Y los incrementos al salario mínimo seguirán en el sexenio de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Bonos de desempeño ganarán terreno
Claudia Rodríguez, líder de Productos de Carrera en Mercer México, dice que, de acuerdo con sus encuestas, entre las estrategias que están adoptando las empresas ante la presión del crecimiento del salario mínimoy que no se traslapen, es apalancarse con bonos por desempeño.
En ese tenor, explica que, para lograr la meta de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum de aumentar el salario mínimo a 2.5 canastas básicas, puede ser la misma práctica de años pasados, es decir una tasa variable. Pero considera que durante este gobierno el incremento será constante, alrededor de 12%.
Ante todo esto reitera que los bonos variables, como los de puntualidad o asistencia, son la forma en que las empresas están enfrentado esta situación; incluso dice que esta no era una práctica para el personal sindicalizado, pero se está haciendo.
“Hoy en día, uno sabe bien cuáles son las necesidades del empleado, y con ello se debe definir la estrategia de compensación para ser competitivo. Hoy no todas las empresas lo están haciendo a incremento de salario, es bien es importante, están viendo que la compensación es algo más holístico, que comprende desde el sueldo base hasta las prestaciones garantizadas, y todo lo que compone los bonos y los beneficios es lo que compone la remuneración total”, asegura.
Además, dice que si bien la estrategia está en tener un incremento competitivo, despegado de la inflación, ahora se observan ajustes que están dos puntos por arriba de la inflación, este incremento se otorga por la guerra de talento en las empresas y las necesidades que se están viendo en el mercado.
El Economista