Hace algunos ayeres, el originario de Sahuaripa, Rubén Meneses Jiménez, pasaba la tarde en un laboratorio de la Ciudad de México en la espera de una reacción para obtener nitrógeno de una mezcla.
En dicho lapso de tiempo, tomó pluma y papel dejando volar su imaginación e ignorando la futura explosión que detonaría su camino por las letras.
Él creció rodeado de revistas pero fue hasta los 11 años de edad, cuando descubrió “Pedro Paramo”, cuya lectura que ofrecía Juan Rulfo, le abrió las puertas a otros géneros.
Comenzó a escribir, ligado a la música, hasta que formó parte de la Casa de la Cultura, en San Luis Río Colorado, como maestro de poesía.
Su primera publicación fue el poemario “Sombras de vuelo”, posteriormente la novela “Gimme one penny”, “Pidele a Dios que te toque buena muerte” y “Que nadie me llame cobarde”, con el que ganó el concurso Libro Sonorense en 2010.
Meneses Jiménez, dijo que entre los elementos que lo inspiran están la noche, la muerte y la vida misma, como las visiones que se obtienen en la línea de espera en la frontera, mismas que se reflejan en su libro “Muro de noviembre”.
“Uno escribe de lo que le duele o de lo que goza, bueno yo por lo menos me inspiro de esto y vamos a hablar de Muro de Noviembre, mucho de esto es la frontera, a final de cuentas es el encuentro o barrera que mira uno, social o físicamente”, comentó.
Actualmente, el escritor sonorense trabaja en un proyecto central que va sobre la música.