Marco Antonio Córdova
El conflicto entre Israel e Irán, intensificado en junio de 2025, ha provocado mayor incertidumbre mundial por sus implicaciones geopolíticas y también por sus efectos económicos globales. México, al ser un país con un alto grado de integración económica y financiera, no está exento de estas repercusiones. Por su parte, Sonora a través de su actividad de comercio exterior, del precio del petróleo, la seguridad energética y los precios de insumos estratégicos, también puede resentir estos choques externos sin previo aviso.
Esta columna analiza a fondo cómo la escalada de tensiones entre Israel e Irán podrían repercutir en la vida cotidiana de las y los sonorenses: desde el precio de la gasolina hasta los alimentos en el supermercado. Entender estas conexiones no solo es relevante, es necesario para fortalecer la conciencia económica regional en un entorno donde la incertidumbre y la volatilidad son parte del día a día.
A partir del 24 de junio se estableció un cese del fuego entre ambos países mediado por EUA tras 12 días de hostilidades, sin embargo, aún persiste un alto riesgo de que escale en los próximos meses. En este sentido, J.P. Morgan estima una probabilidad del 21 por ciento de que el conflicto afecte rutas energéticas estratégicas.
Entre los principales canales de transmisión entre el conflicto bélico entre Israel e Irán y la economía de Sonora destacan los siguientes:
Precio del petróleo: impacto dual
Al inicio del conflicto bélico, uno de los efectos inmediatos fue el aumento del precio internacional del petróleo, la mezcla mexicana llegó a cotizar cerca de los 70 dólares por barril, por su parte el WTI alcanzó los 78 dólares por barril. Al confirmarse el alto al fuego el pasado 24 de junio, los precios del petróleo retrocedieron regresando a sus niveles previos al conflicto.
Un incremento permanente en el precio internacional del petróleo podría tener un impacto dual en la economía, por un lado, podría beneficiar las finanzas de Pemex y del Gobierno federal, sin embargo, por otro lado, elevaría los precios de la gasolina, el diésel, el gas y la electricidad. En un estado como Sonora, con fuerte dependencia del transporte terrestre para el traslado de productos agrícolas, ganado y manufacturas, una posible alza en los energéticos implicaría mayores costos de operación, reducción en márgenes de ganancia y presión inflacionaria para los hogares sonorenses.
Presión inflacionaria y costo de vida
El incremento de los precios de energéticos se traslada a la cadena de suministro y distribución de alimentos y productos básicos. De escalar de nuevo el conflicto entre Israel e Irán, en el mediano plazo podría provocar un alza en la canasta básica, especialmente en zonas urbanas como Hermosillo, Cajeme y Nogales, donde el consumo depende de productos transportados a larga distancia. A esto se suma el riesgo de aumentos en fertilizantes, maquinaria e insumos agrícolas importados, elevando los costos de producción rural.
La inflación es una variable relevante en la economía, el alza de precios pega directamente en los bolsillos de la gente, a mayor inflación, el costo para adquirir los bienes se eleva, por lo cual, con la misma cantidad de dinero se compran menos cantidad de bienes y servicios. En el caso de Sonora, la inflación se ha mantenido relativamente estable, en la primera quincena de junio se ubicó en 3.84% anual, de acuerdo con datos de INEGI. Ante el escenario geopolítico entre Israel e Irán aunado a las medidas proteccionistas del gobierno de EUA es relevante estar atentos al comportamiento de la inflación en la entidad.
Financiamiento e Inversión
Ante un escenario de incertidumbre por el conflicto en medio oriente las instituciones financieras tienden ajustar sus primas de riesgos al alza lo que implica mayor costo de financiamiento, además los inversionistas también ajustan sus expectativas a la baja lo que se podría traducir en posponer sus decisiones de inversión privada directa en el mediano plazo.
Ante este contexto, hay menos facilidades de financiamiento por parte de la banca comercial y los costos de los créditos más caros, lo cual tiende a afectar el consumo, la inversión privada, la contratación de personal y el crecimiento económico de la entidad. Sectores productivos como el comercio, los servicios y construcción pueden verse particularmente afectados ante un entorno de esta naturaleza.
Interrupciones logísticas y cadenas de suministro
El conflicto en medio oriente también ha provocado incertidumbre sobre varias rutas marítimas relevantes para el comercio marítimo mundial como el estrecho de Ormuz y el canal de Suez, por donde transitan insumos industriales, electrónicos y agrícolas. Las empresas ubicadas en Sonora, al ser parte importante del corredor exportador hacia Estados Unidos y Asia, en un escenario donde el conflicto escale, podrían enfrentar demoras en la recepción de maquinaria, componentes automotrices o fertilizantes, lo cual podría afectar tanto a la industria manufacturera como a la producción agrícola y pecuaria.
Conclusiones
El conflicto entre Israel e Irán muestra efectos tangibles en la economía global. Si bien podrían generar beneficios indirectos en el corto plazo como mayores ingresos petroleros para el país, en el mediano y largo plazo el balance para la economía mexicana y sonorense sería negativo: mayor inflación, aumento en costos de operación, presión sobre el financiamiento, y riesgos logísticos.
En un entorno internacional de alta volatilidad, la resiliencia regional, la diversificación productiva, el fortalecimiento del plan Sonora de energías sostenibles y el apoyo permanente de sus cadenas productivas se perfilan como estrategias fundamentales para que estados como Sonora puedan mitigar los efectos de conflictos externos y preservar su desarrollo económico en el mediano y largo plazo.
*Profesor del Departamento de Economía de la Universidad de Sonora