Con información de El Economista
Cada 10 de octubre, el mundo se une para conmemorar el Día Mundial de la Salud Mental, una fecha establecida en 1992 por la Federación Mundial para la Salud Mental (WFMH) con el objetivo de crear conciencia sobre la importancia de cuidar el bienestar emocional, reducir el estigma y promover el acceso equitativo a la atención psicológica.
En 2002, la Organización Mundial de la Salud (OMS) proclamó oficialmente esta efeméride, reconociendo la salud mental como un componente esencial del bienestar general.
Un lema enfocado en la atención durante crisis y catástrofes
El tema de este 2025, “Acceso a los servicios de salud mental durante catástrofes y emergencias”, pone el acento en la necesidad de proteger la salud mental tanto de las comunidades afectadas por desastres como del personal que brinda apoyo en situaciones críticas.
Desde Naciones Unidas se promueven durante octubre diversas actividades para reforzar la resiliencia emocional y fomentar entornos laborales saludables.
La pandemia, los conflictos, los desastres naturales y la violencia cotidiana han expuesto las carencias estructurales en materia de atención psicológica a nivel global, especialmente en países con altos índices de desigualdad o en regiones donde el acceso a servicios especializados sigue siendo limitado.
México: 3.6 millones de adultos con depresión
En México, según datos de la Secretaría de Salud, 3.6 millones de personas adultas viven con depresión, y al menos 1% de los casos son severos. Este padecimiento afecta directamente la vida personal, laboral y familiar, y constituye uno de los principales motivos de consulta psicológica en el país.
La profesora Clara Haydee Solís Ponce, terapeuta familiar de la FES Zaragoza de la UNAM, advierte que los cuadros depresivos se incrementaron un 16.3% en la Ciudad de México durante los primeros siete meses de 2024, y que el 25% de las consultas globales en servicios de salud mental están relacionadas con esta condición, de acuerdo con un artículo publicado en enero de este año en la Gaceta UNAM.
“La depresión no es una cuestión de actitud ni una señal de locura, sino una realidad de salud mental que puede afectar a cualquiera”, señaló Solís. Subrayó además la importancia de atender factores biológicos y sociales, así como de romper el estigma que aún impide a muchas personas buscar ayuda.
Prevención y autocuidado: el papel de la comunidad
Expertos recomiendan fortalecer la comunicación dentro del hogar y fomentar un sentido de identidad y pertenencia, especialmente entre jóvenes. Actividades cotidianas, como asumir pequeñas responsabilidades en casa o plantearse metas personales, pueden reforzar la autoestima y la estabilidad emocional.
Buscar ayuda profesional ante signos de tristeza persistente, ansiedad o desmotivación es un acto de autocuidado, no de debilidad. La especialista insiste en la necesidad de hablar abiertamente sobre el tema para reducir el estigma y normalizar la atención psicológica como parte de la salud integral.
Dónde pedir ayuda en México
En el país existen líneas telefónicas y programas de apoyo gratuitos y confidenciales para quienes atraviesan crisis emocionales o necesitan orientación profesional:
- Línea de la Vida: 800 911 2000 -Atención 24/7 sobre salud mental, adicciones, depresión y ansiedad.
- SAPTEL: 55 5259 8121 -Intervención en crisis y apoyo psicológico.
- Locatel CDMX: 55 5658 1111 o *0311 -Asesoría psicológica gratuita las 24 horas.
- IMSS – Orientación Médica Telefónica en Salud Mental: 800 2222 668, opción 4.
- UNAM: 55 5025 0855 -Atención psicológica a distancia.
- Línea SOS Mujeres: *765 -Asistencia especializada para mujeres víctimas de violencia.
Además, instituciones como el Instituto Nacional de Psiquiatría y el Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez ofrecen atención presencial, mientras que la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (CONASAMA) impulsa unidades comunitarias y programas de prevención en distintos estados.