En la vigésima edición de la Feria del Libro Hermosillo, se ampliaron las actividades para todos los públicos, especialmente niñas, niños y jóvenes con teatro, talleres, libros, centro de lectura y la habitación del misterio.
En el Hotel Colonial comenzó el Encuentro Estatal de Mediadores de Lectura, como parte de las jornadas de Fomento a la Lectura, así como en el Callejón Velasco se presentó el libro “El ladrón” de Omar Balderrama “Tato”.
Dentro del programa Alas y raíces que propone acciones destinadas al cumplimiento de los derechos culturales de las niñas y niños de México en su diversidad de circunstancias, se presentaron dos montajes en la Feria del Libro Infantil y Juvenil.
El unipersonal “La fábrica de palabras de amor”, acercamos a las familias asistentes a la Plaza Zaragoza, que rieron y jugaron junto a Rosa Vila Font.
La actriz y cuentacuentos española comentó que esta área enfocada en los pequeños del hogar tiene el objetivo de fomentar el placer de la literatura y el arte.
“Pensamos que la lectura, el acercarse a la cultura y en este caso específico a los libros es una de esas grandes herramientas que hay que quitarnos de ese desasociado que nos provoca la vida, es muy importante decirle a niñas, niños y jóvenes que los libros, la literatura y la cultura nos da entretenimiento, momento de información, cuestiones educativas y encontrar placer”, expresó.
Por otra parte, el grupo escénico Gato Wero desarrolló la obra de teatro “Los paracaidistas o todos somos Hans”, en el Callejón Velasco, que permanecerá para la presentación de libros e intercambio de ideas durante el fin de semana.
